objetos voladores
Para que luego digan de los grandes genios de la humanidad; sin ir más lejos, este, considerado como "gran" filósofo, era una verdadera máquina de equivocarse.
Por ejemplo, sostenía la teoría de que los
objetos voladores, como una flecha o una lanza, eran movidos por la atmósfera, y no contento con eso mantuvo que las cosas más pesadas caen más rápidamente que las menos pesadas por una curiosa razón: estas últimas van más deprisa porque se "alegran" de
aproximarse a la tierra... (y es textual).
Más. Para él, los seres humanos, las cabras y los cerdos, son los únicos animales que tiene más dientes en los individuos del sexo masculino que los del femenino y eso sin contar con que la sangre de las mujeres es más espesa que la de los hombres.
Tenía la teoría de que la única función del cerebro era ser el encargado del enfriamiento de la sangre, dejando al corazón como la única fuente orgánica de las sensaciones y de la inteligencia humana.
afrodisíacos
Por más que nos
cuenten o nos digan que los únicos afrodisíacos que necesita una pareja son la "comunicación" y la "variación", experimentar "otros" seguro que nunca viene mal.
Como decía un profesor de esos que aprobaban siempre: "por comer chocolate no salen granos, pero si cuando comes chocolate te
salen granos: no comas chocolate".
Pues igual.
Aquí van tres muestras de afrodisíacos históricos, poco conocidos y fáciles de conseguir.. de toda la vida, vaya.
La sopa "bullabesa": combinación de mariscos y especias. Cuenta la leyenda que fue la mismísima Venus la que la inventó para así avivar el fuego de su marido, Vulcano, que no cumplía como debía.
competencia
Sé que la competencia va a ser dura,
las ofertas del amor alquilado son infinitas: jovencitos extravagantes, cachas anabolizados hasta los dientes, universitarios inexpertas, mulatos exuberantes, rubios nórdicos viciosos, travestidos imaginativos, adonis para todos los gustos.. la oferta es inmensa.
El secreto
para triunfar está en la "especialización", como las tiendas pequeñas, y esta mañana, mirándome al espejo he comprendido donde tengo mi potencial mercado de clientes, está claro que con este cuerpo solo podré hacer negocios en una convención de la ONCE.
jerbillos
Porque a ver, ¿qué son 127 veces -o incluso poniéndonos en plan fantasma 200-, al año, cuando cualquier león es capaz de copular hasta 80 veces al día? ¿Y qué son esas 80 veces al día del león
cuando un hámster puede hacerlo 65 veces en una hora? ¿Y qué son 65 veces a la hora cuando hay ratones en el desierto mejicano llamados "jerbillos" que lo hacen 224 veces en el mismo tiempo...?
Unas semanas después
Las hembras, ataviadas con un llamativo plumaje, llegan, sin machos, a la tundra ártica, desde los trópicos, cuando se acerca el verano. Lo primero que hacen es acotar su territorio y ensayar los cantos y bailes nupciales con los que elegirán compañero.
Unas semanas después, cuando "ellas" ya tienen todo listo, marcado y ensayado, aparecen "ellos", muy tímidos, reacios, escondiendo la cabeza. Los pobres se colocan en el agua sin hacer nada y son, como casi siempre, "ellas" las que eligen macho y las que defienden, de forma muy agresiva, a su elegido frente a sus competidoras.
Cuando la situación está controlada por parte de "ella", el
afortunado adopta una postura de sumisión, con el único fin de resultar cómodo a su compañera, que será la que tome la iniciativa y, literalmente, lo monte.
sua vettura
lly D arrivò nella casa di Johnny a bordo della sua vettura “sciat è chic” scortata dallo chaperon d’occasione: il giovane immigrato rumeno, Igor, l’amico della famiglia di Johnny e poeta di gusti non
tradizionali che sbarca il lunario servendosi del suo corpo possente a dispetto della sua penna. Accolta con molto affetto dai figli di Johnny e
sopratutto dai cani Alle
Die kamen meisten
Übernachtungsklassiker war das Last Waterhole, wo man in einem rostigen Hochbett für zehn Gulden übernachten konnte. Es gab keine Trennung nach Geschlechtern und um einen herum lagen knutschende englische Pärchen und deutsche Fixer. Die kamen meistens übers Wochenende aus dem nahe gelegenen Ruhrpott und versorgten sich mit Stoff, den sie dann auf der Kölner Domplatte weiterverkauften. Mein Geld habe ich mir nachts in die Unterhose gestopft. Aber ich musste mir keine Sorgen machen, denn ich war selbst ausreichend schmutzig