Unas semanas después
Las hembras, ataviadas con un llamativo plumaje, llegan, sin machos, a la tundra ártica, desde los trópicos, cuando se acerca el verano. Lo primero que hacen es acotar su territorio y ensayar los cantos y bailes nupciales con los que elegirán compañero.Unas semanas después, cuando "ellas" ya tienen todo listo, marcado y ensayado, aparecen "ellos", muy tímidos, reacios, escondiendo la cabeza. Los pobres se colocan en el agua sin hacer nada y son, como casi siempre, "ellas" las que eligen macho y las que defienden, de forma muy agresiva, a su elegido frente a sus competidoras.
Cuando la situación está controlada por parte de "ella", el afortunado adopta una postura de sumisión, con el único fin de resultar cómodo a su compañera, que será la que tome la iniciativa y, literalmente, lo monte.

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